martes, 9 de febrero de 2016

COCINAMOS????

Para diversos autores como Leslie (1987), Riviere & Núñez (1996) y Marti (1997), el desarrollo de la Teoría de la Mente está estrechamente ligado a la percepción, las emociones y el juego de ficción. Este último implica el reconocimiento de las propias representaciones mentales sobre la realidad exterior, a la vez que se presta para representar formas de interacción social en las que existe la tendencia a la atribución emocional y a estados mentales que posibilitan la relación con otros, así como la comprensión y predicción de sus conductas. A través del juego, de sus mecanismos y del lenguaje emitido al jugar puede identificarse la intencionalidad en el alumno y los posibles sentidos que da a su realidad, tanto por su propia conducta como por la que atribuye a otras personas u objetos a través del juego de ficción.

Tal y como ya sabemos, los niños diagnosticados de TEA presentan dificultades en la Teoría de la Mente y en desarrollar un buen juego simbólico o juego de ficción.

Sabemos que la falta de juego simbólico es parte de la triada de las alteraciones sociales asociadas a los trastornos del espectro del autismo. El desarrollo de habilidades motrices, cognitivas y sociales van ligadas al juego en todas las etapas del desarrollo, pero para que exista un juego funcional debemos desarrollar la capacidad de imitación, para que exista un juego simbólico tenemos que ser capaces de entender las representaciones reales del mundo exterior y poder entender las claves sociales implícitas en el juego para poder predecir nuestras conductas y la de los demás. La mayoría de los niños con TEA no alcanzan un nivel de imitación que les permita establecer una relación de juego funcional, poner objetos en filas, hacer girar ruedas de coches, muestran un desorden sensorial y de conductas repetitivas y estereotipadas que hacen que el juego pierda su propósito, se les dificulta entender las normas sociales y ser empático con el otro, por lo que las dificultades que encontrará para integrarse a los juegos en colectivo serán muy complejas.

Como ya he comentado, la gran mayoría de los niños pequeños diagnosticados de TEA cuando les presentas un juguete, suelen hacerlo rodar, alinean por categorías o golpean para autoestimularse con el sonido que produce el juguete golpeado contra la mesa o suelo.

Por estos motivos y ciñéndonos a los objetivos planteados (DENVER), hoy hemos realizado una intervención basada en el juego simbólico.

En un principio, hemos tomado café, mojado galletas en el café, cocinado una super hamburguesa, etc. entre Aleix, Raúl y yo. A medida que ha ido pasando la tarde, nuestros compis han ido viniendo al aula una vez finalizados los talleres de sus aulas de referencia y se han ido sumando a nuestra merendola; Ángel y Fran han hecho de tenderos, con la peculiar forma de ordenar el supermercado de Ángel y mientras, Erika, Aleix y Raúl han seguido merendando.

Hemos pasado una sesión muy productiva, en la que el juego ha empezado muy dirigido y ha ido transformándose en juego libre a medida que avanzaba la tarde.

Solo tenéis que vernos en las fotos, lo estamos pasando muy bien, desde luego, cuando bajemos a jugar a rincones con nuestros amigos de la clase vamos a ser los reyes de las cocinitas....ahora es vuestro turno papis, juguemos en casa a poner la mesa y preparar comidas para comerlas más tarde.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario