Siempre que uno de nuestros alumnos realiza un cambio tan grande como es el de la etapa de Educación Infantil a Educación Primaria, realizamos un protocolo minuciosamente adaptado a las necesidades del alumno/a en cuestión.
En este caso, a finales del curso pasado fuimos introduciendo a Fran en el nuevo espacio (aula, edificio, patio, etc). Suerte que ya conocía a su nueva tutora (había sido la maestra de apoyo en las etapas de 4 y 5 años en Infantil).
El primer día de curso acompañamos a Fran hasta su nueva fila (tutora ordinaria y especialista de la UECiL). Fran se ha adaptado perfectamente a los nuevos espacios y al nuevo lugar donde tiene que hacer fila varias veces al día (y la hace de forma autónoma con ayuda de sus compis). Remarcar la importancia de conservar los mismos compañeros con los que ha compartido sus primeros 3 años de escolarización y entre los que Fran se siente seguro y arropado, demostrando sus dotes de imitación tan trabajados con anterioridad y que ahora le benefician en gran medida ante diversas situaciones que presenta el día en la escuela.
La primera semana de Fran y sus compañeros en esta nueva etapa escolar ha sido de conocimiento y acercamiento a los nuevos espacios y maestros.
Ha sido fantástico ver como Fran ha globalizado todos sus aprendizajes de Educación Infantil y los muestra diariamente en su nueva aula (sentada, rutinas, actividades, etc.).
A partir de ahora, YA SOMOS MAYORES y estamos dispuestos a aprender muchas cosas nuevas.
Me gustaría destacar la importancia de la INCLUSIÓN con un buen entrenamiento dentro del aula ordinaria.
Y bueno, los que seguís mi blog y me conocéis ya sabéis mi opinión...HAGAMOS UNA INCLUSIÓN REAL!!!! Si trabajamos en una unidad CiL como aula específica, no dejaremos de retroceder al pasado, convirtiendo dicha aula en un espacio segregador y excluido de la comunidad educativa que nos rodea.
Apostemos por la INCLUSIÓN REAL, los beneficios son infinitos para nuestro soles y para todos sus compañeros y compañeras.
