Una de las cosas que más nos gusta hacer es tumbarnos en la colchoneta y dejar que nos hagan cosquillas, nos aprieten, palpen, etc. Además, estamos probando nuevos instrumentos, algunos nos gustan y otros todavía no los toleramos.
A Ángel le encanta la presión, los abrazos muy fuertes y que le aprietes fuerteeeeee sus brazos y piernas. A Raúl no le gustaba esta actividad y ahora incluso se quita los calcetines para que le pases la pluma por la planta de los pies, se ríe y disfruta mucho.
A Fran siempre le ha gustado mucho, todo lo que sea estar relajado, acostado y que le acaricien, le encanta, el otro día, estaba tan a gusto que descubrió que estaba yo ahí quince minutos después de empezada la sesión, la sonrisa con la que me miró a la vez que su cara de sorpresa fue impresionante.
A Erika (nuestra princesita) todavía le cuesta esta actividad si hay más compis alrededor, pero disfruta mucho cuando estamos solas y ningún compañero le molesta con golpecitos o ruidos.
A Aleix (el peque del grupo) le encanta, disfruta haciendo la croqueta en la colchoneta, dejando que le haga cosquillas y probando todos los utensilios de masaje, todavía no es capaz de relajarse completamente, pero lo conseguiremos en breve!!!
Con esta actividad, trabajamos el sistema propioceptivo, la atención conjunta, la relajación y el tiempo de espera, pero como objetivo principal, me planteo la experimentación y el descubrimiento de nuevas experiencias...
